jueves, 11 de agosto de 2011

Cuando dos ríos se juntan, se hace fuerte la corriente

No buscaba mas que verte, y nadie más ciego que yo.
Y ahora lo veo distinto, diferente, raro extraño, tonto y tantas veces cínico que parece que es jugar a hacerse daño.
Se esfuman la calma, el sentido, la pausa; y el recuerdo y la rabia ya duermen aquí.
Y en un momento eras tú la sencilla virtud que faltaba justo a mi lado, es lo que tú me das, es lo que yo te he dado.
Como si fuera verdad que te puedo olvidar en momentos determinados, intento ser esa luz que se queda en ti, aunque, tú no me hayas llamado.

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